Defensores de derechos humanos consideran injusta detención y piden liberación de suboficial que protestó con el uniforme. No jueguen con fuego, dicen los policías.
La detención del suboficial Edward casas, por salir a la palestra a reclamar atención a las demandas salariales de los policías y militares, fue considerada ayer un abuso por las organizaciones defensoras de derechos humanos y como una provocación por policías anónimos y entendidos de la realidad policial.
Para el secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de derechos humanos, Ronald Gamarra, la detención es “una medida injusta y exagerada debido a que el proceso en el fuero militar-policial puede seguir con una orden de comparencia pues no había peligro de fuga y tampoco pensaba renunciar a la Policía. Además tiene domicilio conocido, esposa, hijos y propiedades. En resumen, no había motivos para ordenar su detención”.
Sobre el cambio intempestivo de su reclusión, señaló a LA PRIMERA que la Diroes es la “casa de campo” del sentenciado ex dictador Alberto Fujimori, quien no piensa compartir sus privilegios y prebendas con un suboficial de la policía. “Mientras un policía digno, tal vez por un acto equivocado, está siendo maltratado y perseguido, el ex dictador condenado por asesinato y robo, goza de privilegios dados por este gobierno”, indicó.
Entretanto, en las comisarías y otras dependencias policiales, crece la indignación por el apresamiento de casas y las represalias contra otros de sus compañeros, dijeron policías que no quisieron dar sus nombres.
“No jueguen con fuego, no sigan abusando, todo tiene su límite”, dijo uno de ellos.Por su parte, el abogado del Instituto de Defensa Legal, Carlos Rivera, señaló que la Policía debe aclarar sobre el traslado y cambio repentino del centro de reclusión del suboficial casas que se produjo en menos de dos horas.
“Es extraño porque cuando un juez dice que vaya a tal o cual penal, allí se queda y no que lo internen en el penal Castro Castro y en el día, lo manden a Aucallama (Huaral).
Aclaró que los policías deben estar en el Cenin (Centro de Reclusión Especial de la Policía) que funcionaba en la Diroes pero ahora parece que todo ese espacio lo ocupa una sola persona: Fujimori, por lo que esa puede ser la razón por la que terminaron despachando al suboficial a Puente Piedra”, indicó a LA PRIMERA.
Pero Rivera también le dio una interpretación política a la detención de casas.
“Cuando la Policía reclama por sus remuneraciones y se logra identificar a los líderes que generalmente son suboficiales, la actuación de la justicia militar-policial es más política pues sanciona drásticamente al líder para que no vuelva a ocurrir y para que nadie más lo imite, pero aquí la única alternativa es negociar porque sería grave una huelga policial”.
Dio la cara“La situación del suboficial casas se debe a que el gobierno observó el bono y porque no hay garantía que eso se apruebe y como subsecretario general ha tenido que salir a dar la cara para seguir visibilizando el tema”, dijo Miguel Jugo de la Asociación Pro derechos humanos (Aprodeh).
Para él, esta es una situación extrema donde un policía tiene que poner en riesgo su trabajo y su familia para visibilizar un tema que afecta a cerca de 100 mil personas, por lo que el Estado, más allá de aplicar el reglamento, debe dialogar y resolver este problema.
“Además, es mejor que casas y Fujimori estén separados para que la gente entienda lo que son las luchas por causas justas y qué es un preso por corrupción. Pero el suboficial va a estar más tranquilo en Puente Piedra porque está entre personas que luchan por sus derechos y han servido al país”, añadió.
“Ahora el ministro del Interior y los altos mandos están en una situación crítica porque si lo sancionan (a Casas) con mucha severidad lo convertirán en un héroe.
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